El espacio negativo es un recurso dentro de la composición fotográfica que nos permite reforzar el tema de una imagen. Este se logra manteniendo un segundo plano
sin elementos que incidan en la distracción de la composición, destacando el centro de interés. Este tipo de composición puede connotar soledad, aislamiento o calma. Algunas de las imágenes
donde más se utiliza es en los retratos y paisajes destacando un solo elemento.
La clave de un uso correcto del espacio negativo es eliminar del fondo cualquier elemento de distracción que pueda desviar la atención del espectador al observar la fotografía, para utilizar el
espacio negativo se recomienda ubicar el centro de interés en una zona de atención marcada por la regla de los tercios.
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