Raùl Chaves M.

Profesor de

Artes Plásticas y Visuales

y Estudios Culturales

Alajuela

Costa Rica

Tel: 8817 - 05 -45

 

 

Tipos de planos

En fotografía, igual que en cine, se habla del plano cuando se quiere expresar la proporción que tiene el tema dentro del encuadre, los cuales en gran medida nos indican que sección de la imagen debe aparecer en la toma y cuales son los mejores cortes que se pueden realizar sin que se descuide la proporción adecuada y que la misma conserve la estética de la imagen.

 

Generalmente se habla de planos abiertos o cerrados, para indicar que estamos modificando de algún modo la distancia focal. El concepto de plano está estrechamente relacionado con el retrato fotográfico aunque en algunos casos es extrapolable a otras situaciones o sujetos.

 

 

 

Gran Plano General o Panorámico

Es el que encuadra un gran escenario donde transcurre la acción y que pretende resaltar la importancia de éste sobre la posición de los intérpretes. El gran plano general es el que, en teoría, mas ángulo de cobertura presenta. Se usa principalmente para dar la referencia del lugar en el que nos encontramos. La figura humana aparece muy lejana y no suele ser reconocible.  Expresivamente este tipo de plano resulta ideal para dar la sensación de la mayor potencia de lo exterior sobre el hombre, su soledad, su pequeñez o su subordinación ante cuanto le envuelve.

 

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Plano General

El plano general empieza a dar importancia al objeto o sujeto. Es más descriptivo que el gran plano general puesto que reduce su arco de cobertura dando más detalles de la situación, aunque de una sección de realidad más pequeña. Con este tipo de planos, se suelen fotografiar grupos de personas, dando indicaciones de lugar y tiempo en que transcurre la acción. El plano general da una idea de la situación y al mismo tiempo permite apreciar, con mayor o menor detalle, a los sujetos -o grupos- de la escena. En este plano, personas, objetos y el entorno interactúan y obtienen el mismo nivel de importancia.

 

 

Plano Entero

En retrato, éste es el plano en el que aparece todo el cuerpo. Por tanto, tendremos un plano entero si a quien o quienes estamos fotografiando aparecen completos, desde los pies a la cabeza, sin secciones, en nuestra foto.  Este es el plano más lejano de una persona o un objeto que podemos tomar. A partir de aquí podremos acercarnos en los planos siguientes. En este plano la figura tiene la importancia prioritaria, el entorno la secundaria.

 

 

 

Plano Medio

Este tipo de plano se suele utilizar para resaltar la belleza del cuerpo humano, por lo que es un tipo de plano muy utilizado en fotografía de moda. Con este tipo de plano, cedemos más importancia todavía a los aspectos emocionales del sujeto.  El plano medio cubre hasta la cintura, recogiendo la línea de corte entre el ombligo hasta casi la entrepierna. En caso de estar sentado el protagonista, la tolerancia baja hasta aproximadamente la mitad del muslo.

 

 

 

 

Primer Plano

El Primer plano recoge el área del rostro y los hombros. Este tipo de plano se corresponde con una distancia íntima, ya que sirve para mostrar confidencia e intimidad respecto al personaje. Los primeros planos son aquellos que centran totalmente su atención en el sujeto. Llevan una gran carga emotiva y son perfectos para capturar los sentimientos que, utilizando planos más largos, pasarían desapercibidos. El primer plano es el perfecto para el retrato del rostro. Agranda el detalle y miniaturiza el conjunto de la escena, eliminando de la importancia del fondo.

 

 

Plano Detalle

El Plano detalle en el retrato recoge una pequeña parte del cuerpo, que no necesariamente se tiene por qué corresponder con el rostro. En esta parte se concentra la máxima capacidad expresiva, y los gestos se intensifican por la distancia mínima que existe entre la cámara y el protagonista, permitiendo enfatizar el detalle que deseamos resaltar. Este tipo de planos son difíciles de emplear con acierto, ya que pueden confundir al espectador al no dar referencia alguna ni del entorno ni, siquiera, del propio sujeto. Los detalles se agrandan al máximo y la carga emocional alcanza su punto álgido.